martes, 7 de septiembre de 2010

Algo del Baúl de los Recuerdos

…. Es un pequeño trozo del baúl de los recuerdos, hace tiempo de esto, cuando aún nos mandaba a la cama Casimiro, cuando las pelis para mayores les ponian dos rombos, cuando aún existia la E.G.B, ¡Qué de tiempos!

En los dos últimos cursos, séptimo y octavo, se unieron varios compañeros repetidores y varias chicas, que venían de distintos colegios, así abro el baúl de los recuerdos, me acuerdo de nombres de imágenes, de situaciones, de clases de matemáticas, de sociales, de naturales, de D. Luis, D. Alberto, Dña Guillermina, D. Jose luis, Dña Paquita, Dña Mari Carmen, mis tutores, el colegio estaba algo lejos de casa, pero cuando era niña recuerdo que iba siempre corriendo y así volvía a casa.

Allí, junto a mis compañeros fui creciendo, poco a poco, sacando notas, recuerdo que no estudiaba apenas, solo con las explicaciones me bastaba, aprobaba las materias y me sentía feliz.

Descubrí lo que es sentir que un chico te haga tilín, y esas pequeñas cosquillas que notaba en el estómago, un pequeño nido de mariposas revoloteando en el, siempre lo achaqué al nerviosismo de ver a alguien fuera del “cole” dada la timidez que tenía.

Con pocos mantuve el contacto una vez fuera de allí, me los encontraba de lejos, en algún lugar de ocio, en la calle cuando iba a la academia donde seguía estudiando….


Un simple y tímido hola, o una sonrisa era lo que salía de mí, aunque cuando me tropezaba con él no evitaba ese nerviosismo, esa sonrisa de oreja a oreja con cara de boba. El saludo y echar la mirada al suelo, notar que a él también lo invadía el nerviosismo del momento, encontrarme con sus ojos en una discoteca del centro, me perdía, nunca nos dijimos nada, miedo, vergüenza, timidez, lo que fuera.

Y ahora, casi 25 años después, con media vida echa, mil experiencias que contar, a casi 500 kilómetros de distancia, después de varios avatares del destino, después de varias conversaciones en los que la timidez, la vergüenza de los 14 años, las tonterías de la edad del pavo, ya no están, cuando hemos hablado como dos adultos, como dos personas que se conocen desde hace años con la tranquilidad que te dan los treinta y …..


Le recordé, que me regalo un disco de vinilo, mi primer disco de vinilo, y se acuerda del artista, del titulo, del momento que lo hizo, yo también lo he recordado muchas veces, tantas como veces lo escuché, tantas como veces miré la dedicatoria, tantas como momentos pensé en él.

Me perdí esa época, los momentos de compartir contigo la experiencia del primer beso, del primer abrazo, de la sensación de ir abriendo la tapa de un libro nuevo que ha caído en mis manos por mera casualidad… el deshojar margaritas o rosas rojas tarareando una dulce canción, ofrecernos las primeras experiencias llenas de complicidad entre silencios y suspiros que trae con ella la adolescencia.


Que fácil hubiera sido decir dos simples palabras que habrían cambiado nuestros destinos… “Me Gustas”

Y ahora vuelvo a cerrar el baúl de los recuerdos, para volver a abrirlo en el momento que vuelva a tenerte frente a mi y guardar otro momento.








1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola cariñete! Las dos estamos perdidas últimamente, espero todo haya seguido su curso en este verano y sigas igual de estupenda que siempre. Que sepas que se te hecha de menos desde este rinconcito. Ale por haoy ya he dicho bastante y a ver si nos reencontramos via msn al menos. Besos.