Ya estoy aquí, he llegado a esta tierra tan añorada, la que me vio crecer.
Huelo su perfume, el aroma que me persigue desde bien niña esa flor de azahar que me ha acompañado durante años trayéndome el recuerdo de mi tierra adoptiva, se que tu estas cerca, tan cerca de mi como mi corazón me lo dice, se que pronto te tendré frente a mi, después de tanto tiempo, he soñado, fantaseado, me he ilusionado por momentos, llenando de ti mi soledad. Ha sido un saludo más bien despreocupado como si hiciera poco que no nos vemos, pero, no deja de decirme que hay algo más, me lo han dicho tus manos cuando han atrapado las mías en la mesa de tu despacho, cuando delante de un café y dos comentarios de nuestra vida, me has dicho, me encanta… picarón, ese abrazo con tus besos en la comisura de mis labios y el susurro de, que ganas tenia de verte princesa, eres un adulador nato, un caballero canalla que me encanta, un apasionado del piropo que me embriaga solamente con su mirada.
Te persigo como cual posesa deseando mas besos, caricias, anhelando tu voz tan cerca de mi como sea posible, ansiando el roce de tu piel con la mía, la caricia de tus labios en la comisura de mi boca se han hecho un hábito cual principio de un beso ardiente, deseo, anhelo, ansío, hacerme dueña de tu boca, aplacar todas mis ansias de iniciar con un roce todas las fantasías que se han creado en mi, quiero pertenecerte por unas horas que te hagas dueño de mis manos, de mi boca, de mi mente, de mi cuerpo, abandonarme placidamente donde el placer me lleve, donde cada poro de mi piel, se acople a cada una de las anatomías de tus caricias, quiero abandonarme sin prejuicios de nada a todo lo que mi lujuria desee.
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